El amable

que me lee

ha de saber

que idiota es.



¿Porque?-pregunta él.
Yo le responderé:


Mis versos calidos solo desean arroparte,
mis versos gelidos solo pretenden matarte,
¿tendras valor suficiente para adentrarte
en las ensimismaciones de un demente?

6/06/2009

261-270

261.A LA HORCA
Silencio tenebroso
o cantos agónicos
antes de la función
temida con pavor.

Cae el telón,
se abre la trampilla
y configuran caras
de funesto dolor.

Al fin las fuerzas
comienzan a vacilar
y ya no es capaz
de resistirse más.

Caen los brazos,
bajan los parpados,
el aire no llega,
su final esta cerca.

Prosigue el oscilante
movimiento contundente
de la cuerda inestable
hasta que se rompe.

El cuervo a sorberle
sus jugos oculares
volando vendrá
anunciando mal.

262.A LA CRUZ
Cada bocanada de aire
las costillas te abre
mientras cuelgas
derramando sangre
de manos y pies,
erguido, desquebrajándote
los frágiles tejidos;
imagínense San Pedro
cuyos flujos acumulaba
en el rojizo cerebro.

Hambruna sedienta
mientras pasan los días
mugrientos, muriéndote.
La erosión de tu cuerpo
y la actuación de cuervos
dejan lamentable estampa.
Por suerte tu alma
ya no yacerá dentro
o ,al menos, eso esperemos.

263.A LA HOGUERA
Las brujas quemadas
lastima daban
que sin hacer nada
eran acusadas.

Amarradas a un palo
largo y compacto
sobre cientos de secos
y bien pequeños.

Lanzaban a sus orillas
la ardiente antorcha
que rápida se propagaba
y en un circulo encerraba.

La llama abraso
cada fragmento
de sus hermosos
y candidos lienzos.

En fuego envuelta
continua gritando viva
sufriendo su pesar,
lamentando su desdicha.

Juana de Arco
salvadora de francos,
científicos hoy admitidos
que retractarse debieron.

Organización templaría
en la edad media
que corrompida,
fue ultrajada.

Son algunos ejemplos
del horror de la Inquisición,
del fanatismo extremo
y políticos míseros.

264.CONCLUSION A MUERTES TORTUORIAS
No se si el peor
de los martirios
acometidos
es el nombrado.

Hay una infinidad
hechos entre personas
que hacen deplorar
nuestra deleznable obra.

Inenarrables de tan temibles
que en el mundo suceden
en todos los tiempos y lugares
como una eterna maldición terrible.

Y en todos se repite
una curiosa premisa:
un cortometraje
de la propia vida.


265. LAS PALABRAS
Pueden ser sutiles placebos
que sanen tu alma
de doloridas heridas
con todo tipo de teorías
y subjetivas filosofías
que se contrapongan
a tus ideas, provocadas
por sus antagónicas.

Tal vez causen
certera muerte
con acusaciones
a las que evoque
trastornando
el laberinto
misterioso
del cerebro.

Astutas y refinadas
o groseras e intimas
dentro de una gama
infinita y creciente
es probable
que te provoquen
un humor incesante,
radiante y especial.

Saben llenar de ira
con irrisoria sátira
bien dirigida
por audaces autores
repletos de la misma,
alzando conflictos
del todo literatos,
sin intervenir catástrofes.

De apabullar son capaces
a ogros de un kilómetro
con escenarios sombríos,
personajes lúgubres
y ambientes tensos,
con intrigas secretas
y extravagantes enigmas
que reclaman paro cardiaco.

Incluso convertir
en fuentes sin fin
tus cámaras,
mandadas
por el afligido
sistema nervioso
por un mero drama
que fue en angustia sufrido.

Quizás abran
finalmente
tu hermética mente
a un enorme
abanico
de sentimientos
y pensamientos
cromáticos.

Quien sabrá
si tiene limite
esta herramienta
que promete
con tino, aportar
todo lo que necesite
tanto a su majestad
como a sus sirvientes.

266. CONFESIÓN
He cantado el amor
sin sentir esa pasión
solo mirando cuadros
que parecían emanarlo.

Lo he visto y olido
en queridos amigos
y personajes ajenos,
pero nunca degustado.

Lo salude ayer noche
en los espejos del alma
de apasionados amantes,
pero jamás me visito.

Lo he oído nítido
en los términos
de los labios unidos,
mas aun no acariciado.

Y no me avergüenza decir
que no hace falta para ser feliz
aunque de creer resulte difícil
pues sino probé, no sabré ni sufriré.

El problema seria
si mis sucias yemas
alcanzaran tal joya,
pues repelida caería.

Mis manos patosas,
odiadamente temidas,
aun no queriendo,
me darían infarto.

Sufriría terribles agonías,
pues tras tan exquisita libada
ya no me acostumbraría
a mi antigua porquería.

Retornaría a mi desdicha:
una rutina vacía
en la que la alegría
florecía.

Marchita,
siendo la misma,
mis gafas,
difieren la vista.

Por todo ello
he decidido
encerrarme
en un claustro

Un escudo interior
de capa de valor
con tanques aéreos
que derriben al amor.

Mas se que llegara el día,
marcado esta en toda vida,
que sus hordas bárbaras
flanquearan mis murallas.

Entonces, vencido, abriré mis puertas
sin necesidad de que tus áureas flechas
terminen conmigo en el árido suelo en el que yacía
placido, en el que nunca más seré capaz de restar.

267.LA “LETAL” ENFERMEDAD
El acne
de tu frente
solo es
un defecto
aparente,
cual efímera
joven euforia
de tiempos de gloria,
que deja latente
tu verdadero
trauma interior.
El patente
problema,
que ocultas
tras rubias
cortinas,
es producto
de la mente
y su obsesión
al culto
del cuerpo,
inculcado
por ideales
de redes
sociales
presentes
en lacrada
existencia,
que por si no fuera
suficiente
angustiosa,
nos impone
el colectivo
aun mayores
normas
y leyes.
No quiero
decir con ello
que debemos
dejar oxidar
nuestra armadura,
nuestro figura,
pero tampoco
deseo
dedicar
mas tiempo
a limpiar
mi capa,
que a vivir
mi vida.

268. EL FUNESTO ARO
Era noche oscura
con olor de amargura
y acida lluvia
que corroe
y no se siente
pues el tejido de la muerte
que gozo en pretérito tiempo
de pasión, hoy, su incendio
fue apagado con los tristes
efluvios salinos de cuencas
que vieron ocasos
en desoladores paramos
en los que vivieron
abrazados, aquel cadáver
putrefacto con cabellos
revueltos y como el cuervo
su plumaje, vestida de aroma
negro, envuelta en harapos
quebrados por la decepción
de aquel bello misterio
que fue resuelto
a desgrado.

Ella,
con su esquelética
estructura delirante
la miro y abrió la boca,
entrada a la gruta diabólica
de escalofriantes susurros
cuyo fondo mostró su esencia
que brillaba por su ausencia.

Se acerco dejando una estela
descrita por el viento ígneo
entrecruzando sus hilos ajenos
de vida repletos y cayendo eternos
en un resurgir sin fin
renovada cosecha.

Entonces, mientras se desplomaba
cada uno de mis fundamentos
en escombros de ruinas malditas
sobre los que caminaban
sus pies descalzos,
alargo sus ligeros brazos
y la estrecho en un aro
insalvable.

No fue necesaria
ninguna guadaña.

269.¿BOMBONES Y FLORES?
Que sencillo
decir algo bonito
cuando se conocen
los gustos y
resolver el complejo problema
si tras esa pálida frente
se esconden los sutiles saberes
de las ciencias exactas.

Y que difícil
aplicar la lógica
cuando se carecen
de los datos
y no hay forma
de aplicar
citada formula .

270.IA
(inspirado en Inteligencia Artificial de Steven Spielberg)

Es inconcebible,
despreciables
eminencias
que os creéis dignas
de llamaros personas:
cuerpo robótico
con mente humana;
simplemente diabólico.

¿Como osasteis?
¿Donde enterrasteis
vuestra empatía?
¿Como os sentirías
si descubrierais
que no sois más
que títeres
de gigantes,
juguetes
de niños grandes,
maniquís
de escaparate?

¿Como os atrevéis
a dar esperanzas
y hacer perseguir
ilusiones falsas?

¿Dónde es concebible
que torturéis así
un semejante?

¿En que loca cabeza
cabe horrenda tortura?

Podrán lograr
cálculos más
precisos y rápidos
pero no gestos
más humanos.

Y si es factible
mentidme y decidme
que detendréis el progreso
por mi mente en vela recelando.

¿Porque tener encerrado
en cuerpo metálico
a esencia tan nuestra
tan de bondad
cuando inundada
de ternura
esta?

¿Para que
eternos filósofos
vean
como mueren
su gentes,
a las que quieren?

¿Cual es la intención
de esos trastornos,
de esa ira que provocáis
en los que ahora anhelan
el más trágico final
desdichado:
el suicidio,
e intentan
en su perfección
dar fin a su programación
al percatarse de todo el complot?

Vertiginosamente avanza,
sagaz, la ciencia y tecnología
de la que tanto alardeamos.
Más rápido de lo que jamás
seremos capaces de entender
sin antes los problemas resolver;
dudas ético morales,
quizás existenciales.
Hasta ese día
serán mis palabras
vanidades pasadas,
tras esa jornada
serán verdades
anunciadas
a las que se lamentara
no haber escuchado
y más tiempo prestado.

Cada cosa tiene su función,
mezclarlas en lunáticos
delirios de ebrios momentos
no es ni mucho menos
la buscada solución.

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